domingo

Hace seis días que la Cumbre del Clima ha dado inicio

DEBATE SOBRE EL FUTURO DESPUÉS DE KIOTO

Kenia es el país anfitrión durante once días de 189 representantes de distintos países. Se han reunido, desde el pasado 6 de noviembre, para acercar las distintas posturas con respecto al cambio climático y determinar las medidas que se tomarán cuando el Protocolo de Kioto finalice en el 2012.


Nos encontramos en un momento importante donde el tema de la contaminación y el cambio del clima en la tierra empieza a tratarse con mayor frecuencia en los medios de comunicación y los políticos parecen tomar conciencia sobre la importancia de actuar. El planeta ya presenta muestras inconfundibles de los cambios que está sufriendo en parte por la acción del hombre. Así nos encontramos con que los glaciares de Groenlandia, la isla más grande del mundo y que está compuesta en su mayoría por hielo, se están moviendo con mayor rapidez que la pensada por los científicos. Incluso en zonas como el monte Kilimanjaro De África, o la nieve en los Andes de América del Sur están desapareciendo.

En un intento por reducir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global, 141 países se compormetieron a diminuir en un 5,2% de media las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. Sin embargo, además de que países como China y EEUU no hayan ratificado el protocolo (la primera amenaza con sobrepasar los niveles más altos de emisión de gases en el 2020, mientras que el segundo señaló que no podía ratificarlo porque sería negativo para la economía del país), el cumplimiento del acuerdo por parte de algunos países es incluso lo contrario a lo estipulado. Entre ellos se encuentra algunos miembros de la Unión Europea.


España y el cambio climático
Hasta el 2005 las emisiones de CO2 han subido en este país un 53% frente al valor registrado del año 1990, independientemente de que el Protocolo que ratificaron señale que ese valor no debería haber pasado del 15%. Esto, aunque puede parecer ajeno a los ciudadanos de a pie, les afecta en la medida en que no se está haciendo lo necesario para intentar frenar las consecuencias del cambio climático que ya se pueden observar en distintas partes del país.

Veranos cada vez más largos y calurosos, escazes de agua, aumento de las emisiones de CO2... son algunos de las cosas que hemos estado experimentando en estos dos últimos años. Incluso fenómenos poco frecuentes en España han tenido lugar como la tormenta tropical “Delta” en Canarias, el ciclón “Vince” o los tornados que afectaron a Cataluña los días 7 y 8 de septiembre de 2005. (Si quieres acceder a los informes del Ministerio de Ambiente sobre estos fenómenos metereológicos, picha en el que sea de tu interés: Delta, Vince, tornados.)

Este año 2006, la gran polémica vino de mano del trasbase de agua del Ebro y la escazes de esta en Murcia. Incluso en el pasado mes de octubre, la iniciativa de la Ministra de Ambiente, Cristina Narbona, seguro que será más que tratada por los medios. En especial cuando propone a grandes rasgos, la posibilidad de cobrar más cara este recurso para aquellos que sobrepasen los 60 litros necesarios para un vida digna.


La duodécima Cumbre Mundial del Clima
Aunque no tratará el agua como tema principal, a pesar de que muchos ya lo señalan como futuro punto de conflicto, esta cumbre intentará involucrar a los países en vías de desarrollo en el proyecto. Mientras estos deberán cumplir con su parte evitando la desforestación que supone un 20-30% de sus emisiones, los países industrializados intentarán apoyar el desarrollo de estos países evitando en la medida de lo posible que cometan sus mismos errores.

Sin embargo, esto no es tan sencillo de solucionar. No se trata simplemente de decir qué es lo que no deben de hacer, sino que hay que proporcionarles los medios para que, sin dejar a un lado su necesario desarrollo, estos países eviten en la medida de los posible, contaminar el ambiente.
Por lo tanto, lo que supone este debate en la cumbre es el desarrollo de mecanismos financieros como lo es el Fondo de adaptación, que se basa en financiar proyectos concretos de adaptación al cambio climático en países de desarrollo.


Los intereses en juego
Como toda negociación o acción diplomática, los intereses de cada país siempre encuentran bocas y oídos. El principal conflicto lo encontramos con respecto a ese mismo Fondo de Adaptación antes nombrado. Este se nutre de un porcentaje sobre las transacciones generadas por las inversiones en Mecanismos de Desarrollo Limpio. En otras palabras, un país desarrollado invierte en otro del tercer mundo con un proyecto limpio (que busca no contaminar), obteniendo en cambio, que se le descuente la contaminación que evita con dicho proyecto de su cuenta de emisiones. Esto es beneficioso para los países desarrollados ya que su principal problema a la hora de llevar a cabo acuerdos como el Protocolo de Kyoto es que sus economías se ven en gran medida afectadas. Sin embargo, y como siempre sucede, los intereses de la naciones en vías de desarrollo salen a flote: estos quieren tener mayor protagonismo en la gestión de dicho fondo ya que, según alegan, ellos son los anfitriones del proyecto porque utilizan recursos propios aunque sea financiado por otro país.

Y la OPEP no ayuda
Como era de esperar, ya que el desarrollo de energías limpias afecta el negocio del petróleo, los países miembros de la OPEP, entre ellos Arabia Saudí y Qatar, han levantado la voz para exigir parte de ese fondo de adapatación. La razón que señalan es la necesidad de que se incentiven formas para que los países exportadores de petróleo puedan adaptarse a los efectos que tendrán en sus economías el descenso del consumo de productos derivados de este recurso no renovable.
Sin embargo, y aunque el argumento es bastante bueno, la UE no está dispuesta a aceptarlo teniendo en cuenta que se trata de países con una renta per cápita mcuho mayor que algunos países desarrollados.


Campañas gubernamentales

Original anuncio del gobierno regional de Victoria (Australia)

Diversos países a nivel mundial están llevando a cabo diversas campañas para que la ciudadanía tome conciencia de la necesidad de luchar contra el cambio climático. En este caso, la campaña que realiza la región de Victoria en Australia, señala lo siguiente: "cada globo representa 50 gramos de gases de efecto invernadero. No lo puedes ver, pero tu produces estos gases cada vez que utilizas energía. La media de los hogares producen alrededor de docientos mil globos cada año. Ahorra energía y también ahorrarás dinero. Reduce tu impacto en el clima. Tienes el poder para hacer la diferencia."

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